La NASA ha conseguido un gran logro para la supervivencia de los humanos en el espacio, cultiva una cosecha de lechugas romanas rojas en la Estación Espacial Internacial.
Uno de los grandes retos científicos es proporcionar a los astronautas asignados a misiones de larga duración la alimentación más completa posible, pero para eso hay que poder cultivar productos frescos en el espacio, algo casi impensable hasta ahora.
La revista «Frontier in Plant Science» publica el logro alcanzado por los astronautas en la Estación Internacional Espacial.
Los productos frescos cultivados en el espacio proporcionarían a los astronautas más potasio y vitaminas K, B1 y C. Mejorando la alimentación que reciben los astronautas de comida envasada y buscando el autoconsumo.
“La capacidad de cultivar alimentos en un sistema sostenible que sea seguro para el consumo de la tripulación será crítica a medida que la NASA avance hacia misiones más largas. Las verduras de hoja verde tipo ensalada pueden cultivarse y consumirse frescas con pocos recursos”
Christina Khodadad
Producción lechugas en el espacio
El experimento se llevó a cabo entre el 2014 y 2016. Para ello, se emplearon semillas esterilizadas que se plantaron en los Sistemas de Producción de Vegetales (apodados “Veggie”). Unas cámaras de crecimiento equipadas con iluminación LED y un sistema de riego diseñado específicamente para cultivar en el espacio.

Los cultivos crecieron en las unidades Veggie durante 33 a 56 días. Después, los miembros de la tripulación comieron algunas de las lechugas de la cosecha para probarlas. El resto fue congelado y enviado a la Tierra para su análisis químico y biológico.
Al mismo tiempo, los científicos de la NASA cultivaron lechugas con las mismas semillas y en las mismas condiciones que en la Estacion Espacial, pero en la Tierra. Recrearon los mismos datos de temperatura, dióxido de carbono y humedad de la estación espacial.
La lechuga cultivada en el espacio tenía una composición similar a las de la Tierra. Sin embargo existían pequeñas diferencias. El tejido vegetal cultivado en el espacio tendía a ser más rico en elementos como el potasio, el sodio, el fósforo, el azufre y el zinc. También en fenólicos, unas moléculas con probada actividad antiviral, anticancerígena y antiinflamatoria.

Por otro lado, se estudiaron los mibrobios que pudieran tener las plantas en ambos casos. Identificaron 15 géneros microbianos más abundantes en las hojas y 20 en las raíces, y descubrieron que la diversidad e identidad de estos microbios era similar en la lechuga cultivada en el espacio y en la Tierra.
Para sorpresa de los científicos, la similitud de datos es algo que no esperaban, dadas las condiciones únicas de la Estación Espacial Internacional. Los científicos esperaban existieran comunidades microbianas distintas.
Apto para el consumo
Además, confirmaron que en las hojas nunca hubo ninguna bacteria peligrosa como la E. coli coliforme, la Salmonella o la S. aureus. El número de esporas de hongos y moho de las lechugas también estaba en el rango normal en productos aptos para consumo humano.
El estudio concluye que las lechugas cultivadas en el espacio, son seguras para su consumo, unos resultados “alentadores” que abren la puerta a nuevos experimentos con otros cultivos “espaciales” que ayuden faciliten las futuras misiones de larga duración como los viajes a la Luna y a Marte.